Queremos compartirle una nota que se nos hace realmente interesante para todos nuestros seguidores que se encuentran en un oficina o trabajan. Tomen nota de todo lo que a continuación detallamos;
De acuerdo con Mark Waldman y Andrew Newberg, psiquiatras e investigadores de las universidades de California y Thomas Jefferson, aseguran que el poder de las palabras influye directamente en el cerebro. Por eso, a través de ellas podemos lograr todos nuestros objetivos.

En tanto, cuando se escucha la palabra “sí” genera una liberación de dopamina, la cual regula el mecanismo de recompensa del cerebro, por lo que deja una sensación de bienestar y apertura en la comunicación.
Frases que se deben prohibir en la oficina:
No es justo.
Evita pronunciar esta palabra si alguien obtiene algo mucho mejor que tú, aunque no lo creas conveniente. Mejor sé más pro-activo para construir tus argumentos y evita las quejas.
No es mi problema, No es mi trabajo o No me pagan lo suficiente para esta actividad.
Con estas palabras demuestras una actitud despreocupada, individual y egoísta que limita rápidamente la promoción profesional.
No hay problema.
Evita usar esta frase cuando alguien te agradezca por algo, ya que reduces el significado de que fue un placer ayudarle e implica que la situación podría haber sido un problema en otras circunstancias. La respuesta más cortés y educada es “de nada” o “no hay de que”.
Voy a intentarlo
Estas palabras implican la posibilidad de un fracaso.
Mi trabajo es malo, No me gusta esta empresa o Es muy flojo.
Las palabras que implican insultos revelan inmadurez y falta de liderazgo. Evita los juicios hirientes y expresa tus inconformidades con tacto, consideración y neutralidad.
Pero siempre lo hemos hecho de esa manera.
Esta frase revela una actitud inflexible, poco interés para superarse y una mente cerrada.
Eso es imposible o No hay nada que hacer.
Con estas palabras transmites una actitud pesimista y perspectivas pasivas y sin esperanzas.
Puedo estar equivocado, pero o Esto puede ser una idea tonta.
Estas frases reducen el impacto de lo que sigue y la credibilidad.
Elimina cualquier frase que degrade la importancia de lo que eres o disminuye la importancia de lo que aportas.
¿No crees? o ¿De acuerdo?
Con este tipo de lenguaje sólo cubres tu necesidad de aprobación. Evítalas si quieres demostrar confianza y seguridad en lo que dices.
No tengo tiempo para esto, o Estoy demasiado ocupado.
Limita la empatía y no fomenta las relaciones positivas. Si es verdad, opta por decir:

“Estaría encantado de discutir esto después de mis reuniones de la mañana”.
Es importante utilizar un lenguaje que cautive, motive e inspire con claridad, confianza y credibilidad. Recuerda que un buen empleado siempre debe estar a la vanguardia, además de ser competitivo y rentable. ¡Muestra una actitud positiva y conviértete en un líder!
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